TEORIA DE KANT
La ética kantiana es una teoría ética deontológica formulada por el filósofo Immanuel Kant. Desarrollada como producto del racionalismo ilustrado, está basada en la postura que la única cosa intrínsecamente buena es una buena voluntad; por lo tanto una acción solo puede ser buena si su [[máxima (filosofía)—el principio subyacente— obedece a la ley moral. Central a la construcción kantiana de la ley moral es el imperativo categórico, que actúa sobre todas las personas, sin importar sus intereses o deseos. Kant lo formuló de varias maneras. Su principio de universalidad
requiere que, para que una acción sea permisible, debe ser posible
aplicarla a todas las personas sin resultar contradictoria. Su
formulación de la humanidad como un fin en sí misma exige que los
humanos nunca sean tratados meramente como un medio para un fin, sino también un fin en sí mismos. La formulación de la autonomía
concluye que los agentes racionales están obligados a la ley moral por
su propia voluntad, mientras que el concepto de Kant del Reino de los fines
exige que las personas actúen como si los principios de sus propias
acciones establecieran una ley para un reino hipotético. Kant también
distinguió entre deberes perfectos e imperfectos. Un deber perfecto,
como el deber de no mentir, es siempre verdadero; uno imperfecto, como
donar a la caridad, puede flexibilizarse y aplicarse en un tiempo y
espacio particulares.
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